Enseña buenos hábitos de higiene a través del juego

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Enseña buenos hábitos de higiene a través del juego

Los niños son pequeños volcanes desbordantes de energía, corren, saltan, gritan y nunca, pero nunca, se quedan quietos.

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Los niños son pequeños volcanes desbordantes de energía, corren, saltan, gritan y nunca, pero nunca, se quedan quietos.

Y sus mentes son un reflejo de eso, ellas constantemente están intentando absorber todo lo que las rodea: actitudes, palabras, conversaciones, en fin, todo.

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El problema es que no siempre absorben lo que tú quieres que absorban. Y por eso, sin importar qué tanto te esfuerces para enseñarles que al salir de una habitación deben apagar la luz o que después de jugar con el perro deben lavar sus manos, se les dificulta aprenderlo, y esto sucede, principalmente, porque no hay nada que aburra más a un niño que recibir la misma ordenes una y otra vez.

Después de esto, para ellos es casi imposible prestar atención.

Cuando esto sucede, es hora de cambiar un poco la estrategia, es hora de probar métodos que antes no habías probado, y no hablamos de la academia militar o algo más drástico, hablamos de entenderlos mejor, de aprovechar esa curiosidad insaciable: hablamos de jugar.

Expresale a tu hijo lo que quieres que haga de la forma más lúdica posible

Sí, jugar, porque el juego es más que una forma divertida de pasar el tiempo. El juego, con el enfoque adecuado, puede llegar a convertirse en una valiosa herramienta que inculque y estimule en los niños buenos hábitos, dentro y fuera de la casa. Jugando podrás convertir cualquier momento con tus hijos en una lección que además de enseñarles, los divertirá. Hacerlo es realmente muy sencillo, mira este ejemplo:

Julián tiene 5 años y como es normal a esta edad, no le gusta cepillarse los dientes. Viviana, su mamá, le ha dicho de muchas formas lo importante que es esto para su salud, pero ninguna ha hecho que Julián tome el hábito, por eso Viviana decide hacer algo diferente. Aprovechando que a Julián le gustan mucho los carritos, Viviana le propone un juego: Carrera de Molares, básicamente es una carrera en la que el cepillo es el carro y los dientes la pista. Para ganar Julián debe recorrer su “pista” con su “carro” el número de veces que diga Viviana.

Después de conocer el juego y jugarlo un par de veces, la hora de cepillarse se convirtirá en algo sagrado para Julián. Sin falta, tres veces al día le pide a su mamá que jueguen, incluso le enseño el juego a su hermanito más pequeño y ahora todos se cepillan los dientes al mismo tiempo.

¿Viste lo sencillo que es?, así como con Viviana lo hizo para enseñarle a su hijo el hábito de cepillarse los dientes tres veces al día, tu también puedes inventar juegos para lo que sea, para que aprenda cómo lavar sus manos, para que no bote el papel en la taza o para que no dure tanto tiempo bañándose, en fin para lo que tú quieras enseñarle, lo único que necesitas para hacerlo es utilizar tu imaginación y expresarle a tu hijo lo que quieres que haga de la forma más lúdica posible.

Pruébalo, estamos seguros que te servirá muchísimo.

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